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Este blog busca propiciar un debate académico sobre los criterios que a la investigación están imponiendo verticalmente diversas instituciones y sobre los efectos epistemológicos, culturales y políticos que esto está teniendo o puede tener sobre el ejercicio académico e intelectual.

lunes, 23 de febrero de 2015

Colciencias y los humanistas, en orillas diferentes


Un conjunto significativo de los más importantes investigadores de las humanidades en el país se ratificó en no participar en la convocatoria que pretende medir a los grupos de investigación en Colombia.

Por: Steven Navarrete Cardona

Colciencias y los humanistas, en orillas diferentes

 Luego de que se hiciera público el malestar de varios grupos de investigación que se han especializado en el campo de las humanidades contra la actual convocatoria 693-2014 -que comenzó el pasado 15 de octubre de 2014 y finalizó este viernes 20 de febrero-, se evidenció un diálogo epistolar que ponía de manifiesto el distanciamiento de los investigadores con los términos de la convocatoria, entre ellos, los múltiples requisitos que deben cumplir para obtener respaldo a sus productos académicos, así como la ausencia de un modelo propicio para la medición de los productos científicos de las ciencias humanas.

Más grupos se sumaron a la disidencia

El Espectador conoció los casos de otros grupos adscritos a universidades como la Distrital y La Salle donde aseguraban que pese a que en principio habían aceptado inscribirse en la convocatoria 693, debido a los trámites y cambios de criterios de la entidad frente a la forma de medir el conocimiento decidieron no seguir en el proceso y desertar.

Una de ellas es la carta del Grupo de Investigación Interdisciplinaria en Pedagogía del Lenguaje y las Matemáticas-GIIPLyM, liderado por una de las máximas autoridades académicas de la didáctica, la pedagogía y la educación en el país, Carlos Eduardo Vasco Uribe, que solicita a la entidad “iniciar procesos tendientes a la revisión de los criterios de las convocatorias de medición de grupos de investigación, diferenciándolas por áreas del conocimiento, simplificando sus trámites y fortaleciendo los aspectos de fomento y desarrollo de la investigación y no los de inspección y vigilancia, que están llegando a límites que solo podemos calificar como ‘policivos’ y que exigen mucho tiempo a los investigadores y engorrosos procesos administrativos a distintas instancias de la universidad”.

El Grupo Intersubjetividad en la Educación Superior (GIES), también se pronunció en el mismo sentido al señalar que "después de haber aceptado participar en la convocatoria y revisar las condiciones de dicha para gestionar la actualización de nuestro GruopLAC, actividad que inicio desde el mes de noviembre del 2014, hemos encontrado que la política de medición se modificó en un lapso de tiempo muy corto”.

A esta iniciativa de no participación, se unió otro grupo de renombrados investigadores de las ciencias humanas a nivel internacional que conforman el Grupo de Investigación en Estudios Culturales de la Facultad de Ciencias Sociales y el Instituto de Estudios Sociales y Culturales Pensar (registrado desde finales de los años noventa y con la más alta calificación en las diferentes convocatorias), que cuenta con personajes como Arturo Escobar –profesor del Departamento de Antropología de la Universidad de Carolina del Norte-Chapel Hill.

En una misiva dirigida hacia las autoridades académicas señalan, entre otros aspectos, que “la plataforma Scienti de Colciencias se ha convertido en un obstáculo para este tipo de convocatorias. No entendemos cómo Colciencias (sí, ¡la entidad gubernamental de ciencia, tecnología e innovación!) no ha logrado construir una plataforma estable, sencilla, y eficiente para poder registrar y revisar la información en los GrupLAC y CvLAC. Es un calvario ingresar cualquier información en las plataformas de Colciencias, y es mucho más fácil navegar otras, como academia.edu, que el CvLAC, para poder conocer el trabajo de cualquier investigador”.

A las críticas contra la plataforma del Cvlac y GrupLAC Colciencias ha respondido que son conscientes de “los cambios urgentes que merece ello, por eso en el pasado año 2014 fue contratada una empresa que tiene como responsabilidad diseñar y poner en funcionamiento un sistema un sistema ágil y moderno, estamos trabajando en el tema y esperamos que a mediano plazo, podamos contar con ella”.

Asimismo, manifiestan que la medidas adoptadas por Colciencias "sólo están basadas en la desconfianza y la presunción de mala fe, de todos los investigadores en Colombia. En el caso de las publicaciones, esto no sólo es exageradamente demandante para los investigadores y las editoriales y revistas, sino que niega principios básicos de la publicación académica, como la confidencialidad de la evaluación de artículos y libros. Por si fuera poco, la búsqueda de estas “pruebas” deslegitima el trabajo de muchas editoriales y universidades colombianas e internacionales, que son ampliamente reconocidas por la comunidad académica, y que siguen claros y juiciosos procesos de evaluación”.
No sólo los inconformes vienen de las ciencias humanas…
Otra contundente intervención en este debate público entre los investigadores y Colciencias es la carta abierta que han dirigido dos profesores del Departamento de Ciencias Naturales y Matemáticas de la Pontificia Universidad Javeriana Cali, titulada “el esquema de Grupos de Investigación está mal” fechada el 16 de febrero de 2015.

En el documento, los docentes critican el esquema propuesto por Colciencias al señalar que "ignora las dinámicas propias del quehacer científico en sus distintas disciplinas (…..)Este esquema encasilla a los investigadores en un único molde e ignora la dinámica de la creatividad y de las distintas formas de trabajar de científicos con diferentes personalidades y en diferentes áreas del saber”.

La misiva, además, refleja que la percepción sobre la forma errónea de clasificación de los grupos que quiere implementar Colciencias no es única de investigadores de las humanidades, ciencias sociales o educación.

Sin embargo, existen algunos grupos que sí decidieron sumarse a la convocatoria de Colciencias, aunque manifestaron sus reparos.

“Nos sumamos porque en el grupo no hubo consenso al interior, pero no pudimos conseguir todo el material que nos pide la entidad para acreditar lo que nos exigen. Lo hacemos pensando en el proceso de acreditación de la Universidad, pero la verdad la financiación que nos ofrece la entidad es muy pobre”, dice un investigador que pidió no revelar su nombre.

Iniciativas contra la convocatoria

Los resquemores contra Colciencias se han venido manifestado de diversas formas, entre ellas la creación de un grupo en la red social Facebook como ‘Mamados de Colciencias’, que “quiere impulsar el debate independiente y crítico desde las redes sociales con respecto a la naturalización e imposición de ciertas concepciones de lo qué es y debería ser la ciencia y la tecnología en nuestro país”, pasando por una petición virtual impulsada por investigadores que pide la suspensión de la convocatoria 693, como una apuesta para detenerse a examinar los mecanismos de medición. (Vea el sitio web de la petición)

A eso se suma el derecho de petición que han redactado los principales líderes de investigación y grupos del Doctorado Interinstitucional en Educación (U. Pedagógica, U. Distrital y U. Del Valle) fechado el 16 de febrero.

La iniciativa pide “Suspender la convocatoria de medición de grupos de investigación snctei–2014 693”, y “expedir un concepto sobre las implicaciones del nuevo modelo de medición a los procesos de convocatoria de proyectos de Colciencias, la financiación de los mismos, y los posibles reconocimientos de puntos salariales establecidos en el Decreto 1279 de 2002”.

“Hicimos muchas reuniones para llegar a esto y en un consenso con varios de los investigadores de las tres instituciones, decidimos no participar en la convocatoria. Pero no era obligatorio no participar, los profesores del Doctorado que querían participar lo podían hacer, de hecho algunos participaron otros no. Enviamos una carta al grupo de Colciencias a través de los colectivos de investigación, y no nos respondieron nada. Entonces, optamos por un derecho de petición y a este mecanismo si deben responder”, señaló en diálogo con El Espectador la investigadora del Doctorado en Educación Interinstitucional, Sandra Teresa Soler Castillo.

El dilema de la acreditación institucional

Por supuesto el desacato a la convocatoria tiene sus costos, “algunos grupos y personas han querido rebelarse contra Colciencias, el problema es que los costos pueden ser muy altos, como lo manifiestan las mismas universidades. En parte los problemas están asociados a la acreditación que otorga el Ministerio de Educación, cuando uno de los criterios para esta es el reconocimiento de grupos y la categoría que otorga Colciencias”, señaló en diálogo con El Espectador Mónica Salazar, directora del Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología.

“Evaluamos muy bien las implicaciones que podría tener pero confiamos que Colciencias también va a tener en cuenta nuestros argumentos y se suspenda la convocatoria. Estamos conscientes de que estamos en un proceso de acreditación pero así mismo sí esto continúa, lo requerimientos de Colciencias serán mayores y cada vez más alejados de la realidad de la investigación. Llegará el momento en que definitivamente no vamos a poder responder a ellos. Es mejor ahora en lugar de lamentarnos después de lo que no hicimos”, indicó Soler.

¿De qué tipo de medición hablamos?

“Nosotros no nos oponemos a que exista medición, pero los requisitos de Colciencias son cada vez mayores, entonces decidimos no participar. Colciencias no se ha sentado a pensar en la realidad de la investigación en educación, entonces pide una cantidad de productos para poder clasificar a los grupos, que no producimos. Colciencias está aplicando la medición de las ciencias duras a las ciencias de la educación, por lo cual nos vemos totalmente perjudicados”, anotó Soler.

“No nos estamos negando a la medición sino que pedimos una revisión a los criterios para que tengan en cuenta los contextos de nuestro conocimiento”, agregó Jorge Eliécer Martínez Posada líder del Grupo Intersubjetividad en la Educación Superior.

Denuncias de desconfianza

Frente a la preocupación de los investigadores al reunir el material que sustentará la calidad de sus escritos, se abrió un nuevo debate, la posibilidad de que quienes sirvieron de evaluadores de los productos académicos quedaran expuestos.

“La medición de esta convocatoria parte de la desconfianza frente a los investigadores y los trata como culpables hasta que demuestren lo contrario”, señala la carta del Grupo Prácticas Culturales, Imaginarios y Representaciones (GPCIR) fechada el 26 de enero.

Colciencias respondió a la carta en una misiva fechada el 5 de febrero indicando que “es indispensable tener en cuenta que esta convocatoria no está solicitando que los conceptos de los pares evaluadores estén firmados por el revisor de la obra. Lo que allí se pide es que estos (que en los procesos de evaluación son enviados antes de su publicación, a los autores a fin de mejorar las obras) tengan una identidad por parte de la editorial que maneja el proceso de publicación”, señaló el organismo gubernamental.

El Espectador conoció las reacciones del grupo GPCIR que afirmó que “es altamente preocupante que no se respete la confidencialidad de las evaluaciones. Eso lo señalábamos en la carta. Sin embargo, en respuesta, Colciencias señala que nunca ha solicitado conceptos de evaluación firmados. Pero que Colciencias afirme lo anterior, después de haber publicado las referencias, también mediante formatos, ¿no quiere decir que la triangulación de algunos requisitos no pueda develar la identidad de los evaluadores? ¿Cómo se reconoce la idoneidad del experto si no se conoce su identidad?”

“Colciencias no tuvo en cuenta la incidencia de la maquinaria burocrática que propulsó, convirtiéndose en presa de un dilema que este mismo construyó. Por un lado, solicitan elementos que pueden incidir sobre la confidencialidad de los pares evaluadores, pero ahora corrigen y dicen que no solicitan conceptos firmados, pero ¿cómo comprobar la veracidad de un concepto sin firma? Es un dilema entre confidencialidad y transparencia que Colciencias no ha resuelto”.

“Grave error comete Colciencias en su forma de proceder. No pongo en duda que existan individuos o grupos que de manera deliberada hayan hecho fraude en procesos anteriores, pero en lugar de exponerlos, y sancionarlos en un esfuerzo conjunto entre las instituciones que alojan estos individuos y Colciencias con el respaldo de toda la academia, en lugar de ello, procedemos al ‘institucidio’, se entra en pánico y se supone que todos hacemos fraude, que todos somos unos pícaros”, enfatizó frente al tema Yuri Jack Gómez Morales, coordinador de la Maestría en Estudios Sociales de la Ciencia de la UN e Investigador del Centro de Estudios Sociales (CES).

La ponderación de los productos académicos

Uno de los temas de la discordia ha sido la posible equiparación entre productos académicos; libros y revistas.

Colciencias respondió a los cuestionamientos indicado que “la medición no da el mismo puntaje a un libro que a un artículo de revista, todo lo contrario. Un libro categoría ‘A’ vale tres veces más que el mejor artículo publicado en la mejor categoría de revista. Para entender cómo se calculan los puntajes por favor referirse al manual ‘Modelo de medición de grupos de investigación, desarrollo tecnológico o de innovación y de reconocimiento de investigadores del sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación, año 2014”.

“A través de este link* (Vea aquí el link) se especifica que el peso individual de cada producto se obtiene multiplicando el peso global (ver tabla 5 en página 63) por su peso relativo -véase las Tablas del anexo 1 en página 72). El peso relativo puede ser semejante pero es solo uno de los factores del cálculo. El resultado varía", respondieron los voceros del organismo gubernamental.

Los investigadores del Grupo de Investigación en Estudios Culturales de la Facultad de Ciencias Sociales y el Instituto de Estudios Sociales y Culturales Pensar señalaron en su carta que en la convocatoria, "se suponen ritmos y prácticas que privilegian una noción de “producción” asociada a la publicación de “artículos académicos”, entre los que se privilegia aquellos incluidos en ISI y Scopus”.

“Celebramos que se haya incrementado el peso global de un producto como los “libros resultado de investigación” (que en su nomenclatura, aparecen como LIB_A1) de 100 a 300. Sin embargo, es esto apenas un paliativo que no resuelve estructuralmente el tema de pensar diferencialmente los campos de conocimiento y sus dinámicas propias de producción científica".

Una nueva medición, la propuesta de los académicos

Diversas son las iniciativas que han emprendido los investigadores para proponer un nuevo modelo de medición. Cabe señalar que la Facultad de Ciencias Humanas de la U. Nacional planea la realización del primer encuentro “Cultura e investigación. Por qué y para qué medir” el cual constará de tres mesas de trabajo definido por ejes temáticos como ‘Ciencia, tecnología e innovación, versus cultura, ciencia y tecnología’, ‘¿Por qué y para qué medir los grupos de investigación en Ciencias Sociales y Humanidades?’ y ‘¿Ciencia, tecnología e innovación versus cultura, ciencia y tecnología?’ que tendrá lugar en las instalaciones de la Universidad Nacional sede Bogotá.

“La lección que deberíamos intentar sacar de este episodio lamentable es la necesidad de hacer un alto en el camino y revisar esta ideología de los rankings, las mediciones milimétricas, la internacionalización a ultranza sin reparar en las consecuencias no pensadas del accionar hiper-racionalista de una institución que hizo mucho por la ciencia nacional y que hoy pierde piso dramáticamente y en su caída está destruyendo lo más fundamental en la construcción de una comunidad: la confianza y los vínculos de solidaridad basados en ella”, indicó Gómez.

jueves, 29 de enero de 2015

Retiro de grupos: apoyo al grupo interdisciplinario de Estudios de género de la Universidad Nacional


Algunos grupos se han manifestado públicamente negándose a participar en la medición; es el caso del grupo interdisciplinario de Estudios de género de la Universidad Nacional; aquí la carta, que publicamos por gentileza de su directora Luz Gabriela Arango; nuestro saludo y apoyo frente a esta postura:


miércoles, 28 de enero de 2015

Mi postura frente a las convocatorias de medición

Tomado de: http://firgoa.usc.es/drupal/node/50389
 
Lo veía venir desde que Colciencias empezó con su interés de parametrizar la investigación; incluso planteé algunos reparos epistemológicos en mi tesis de doctorado (pp. 30-40). Por eso en ocasiones pasadas, cuando salían los resultados que beneficiaban a nuestro grupo de investigación Educación y cultura política, además de congratularme y agradecer a Martha Cecilia Herrera y a Lina Ramírez por el titánico esfuerzo de mantener esa plataforma endiablada, también hacía mis comentarios de prevención frente al asunto.

Por la vinculación que comparto con la U privada conocí los nuevos parámetros y todos sus planteamientos implícitos de ahora; comprendí que Colciencias pretendía amarrarnos más a través del aval institucional. Chantajeando así a las Instituciones con lo de la acreditación y demás, nos iban a "obligar" más fácil a someternos a estas mediciones, las cuales, está amañadas a criterios cientificistas, económicos y editoriales.

En efecto; según su nombre, la convocatoria es “para el Reconocimiento y Medición de Grupos de Investigación, Desarrollo Tecnológico o de Innovación y para el Reconocimiento de Investigadores”; pero, como lo manifestamos en otro momento, en ese nombre largo y rimbombante la categoría reconocimiento está sometida a la categoría medición a la luz de unos criterios de exclusión, que es, al fin y al cabo, a donde conduce toda estratificación y clasificación. De este modo, reconocimiento no se dice en el sentido de apoyo al ejercicio de la investigación expresado en políticas concretas de estímulos a investigadores, a su ejercicio, a las posibilidades de financiación y publicación en general, sino a un régimen de control y discriminación basado en la configuración de un sistema de estratificación de lo que puede ser reconocido o ignorado a partir de categorías y clasificaciones que propician un trato diferencial negativo sobre investigadores y grupos en los ámbitos académicos y culturales.

El fundamento y el efecto de esto es, evidentemente, expresión de las lógicas del capitalismo contemporáneo: el trato diferencial y, por supuesto, la competencia entre nosotros mismos por pujar en alguna que otra convocatoria que tiene unos raquíticos recursos para apoyo a proyectos de investigación que responden a lo que quiere Colciencias y el sector empresarial y no a lo que quieren los investigadores y las comunidades, todo ello  con pésimas consecuencias para tradiciones y saberes diversos.

Pero ahí es donde veo el punto de fuga posible: del hecho de que Colciencias reconozca y clasifique a los grupos que tienen aval institucional no se deduce que los términos de referencia exijan que las instituciones avalen sólo a los grupos que se sometan a Colciencias o sólo en función de Colciencias. Esto quiere decir que las instituciones pueden tomar una postura independiente de darles apoyo y aval institucional  a los grupos, inclusive a aquellos que decidan no someterse a Colciencias.

Por eso, el quid del asunto está tanto en los grupos, como en el apoyo que podamos tener de las instituciones universitarias; porque en últimas, el poder está en nosotros; si una cantidad considerable de investigadores, grupos e instituciones asumieran una postura de apoyar y avalar a sus grupos sin la presión de la medición, no sólo pasaríamos por alto el chantaje cultural de Colciencias, sino que los obligaríamos a replantear los criterios de medición y aún más, los obligaría a repensar las políticas científicas de apoyo a la investigación que se basan en principios neoliberales de licitación para limitarse a apoyar proyectos por convocatorias puntuales y desde intereses preestablecidos que buscan lo que en otros escenarios he oído denominar "rentabilidad científica".

Sé que universidades como la UPN tienen muchas desventajas por el hecho de que los recursos para la investigación son prácticamente puro milagro en relación a otros centros de investigación. Por eso sólo una postura unida y concertada de investigadores, grupos e instituciones de negación activa frente a Colciencias (negarse a participar, pero activos en la medida de seguir procesos de investigación), ayudaría a que el Estado mismo se viera obligado a replantear su política científica.

La gran pregunta es: ¿tenemos ese apoyo institucional (no sólo de la UPN sino de la Universidad colombiana) para que no sólo nuestro grupo sino una sustancial mayoría, nos neguemos activamente a Colciencias y con ello presionemos para que se replantee la política científica? ¿Estamos unidos suficientemente los investigadores no sólo de nuestro grupo sino de otros grupos, para sentar esa posición negativa y activa? Quizás en eso debamos trabajar más de ahora en adelante también: en configurar fuerzas alternativas con otros investigadores que compartamos este parecer (y que sin duda somos muchos) y que propugnemos por redes e investigaciones independientes (si es que esto es posible).

Lo que responde Colciencias

"Sus comentarios y sugerencias son importantes para Colciencias". Eso dicen los correos que responde Colciencias al final de cada respuesta; pero parece una frase de cajón, sin sentido, una respuesta automática del mail.

A continuación una brevísima correspondencia que intercambié con Colciencias en relación con la posibilidad de darle una mejor visibilidad a algunas publicaciones que, según los parámetros de Colciencias, NO SON CIENCIA; los correos se publican acá desde el más reciente al más antiguo:


Date: Wed, 28 Jan 2015 10:21:48 -0500
Subject: MPS Red Scienti inquietud ingreso artículo revista
From: contacto@colciencias.gov.co
To: jogacral@outlook.com

Apreciado Señor Cristancho

En atención a su solicitud, atentamente le reiteramos que es necesario cumplir con todos los criterios establecidos en el Modelo de Medición, para que sean en cuenta en el proceso de categorización.

Sus comentarios y sugerencias son importantes para Colciencias. No dude en contactarnos a través de nuestros canales dispuestos para el efecto:
Correo electrónico contacto@colciencias.gov.co
PBX 625 84 80 Extensión 2081, y 018000 91 44 46 línea gratuita nacional.

Cordial saludo,

Colciencias

Centro de Contacto


PBX: (57-1) 625 8480 Ext: 2081

Carrera 7B bis No. 132-28 / Bogotá, Colombia

www.colciencias.gov.co

Consulte el documento conceptual, los términos de referencia y las preguntas frecuentes asociados a la Convocatoria 693 de 2014 (Medición de Grupos y Reconocimiento de Investigadores-2014), en la sección "Grupos e Investigadores" en http://www.colciencias.gov.co



El 26 de enero de 2015, 16:13, José Gabriel Cristancho Altuzarra <jogacral@outlook.com> escribió:

Agradezco la respuesta enviada.

Si bien los términos de referencia han establecido esta regla, no es muy clara ya que una vez ingresados estos datos, estas publicaciones aparecen como si fueran parte de periódicos de noticias y como si fueran publicaciones no científicas:

Textos en publicaciones no científicas

  • Producción bibliográfica - Otro artículo publicado - Periódico de noticias

  • JOSE GABRIEL CRISTANCHO ALTUZARRA, "Memoria, oposición y subjetividad política en el cine argentino" En: Argentina. 2014. Imagofagia.ISSN: 1852-9550 p.1 - 31 v.10
  • Producción bibliográfica - Otro artículo publicado - Periódico de noticias

  • JOSE GABRIEL CRISTANCHO ALTUZARRA, "Reseña de tesis doctoral Tigres de Papel, Recuerdos de Película Memoria, Oposición y Subjetivación Política en el Cine Argentino y Colombiano" En: Argentina. 2013. Historia de la educación. Anuario. ISSN: 2313-9277 p.1 - 5 v.14

     



    Esto para nada es exacto porque son revistas académicas, de las ciencias sociales o de las ciencias de la educación. Agradezco me informen cómo puedo subir la información adecuadamente de tal forma que aparezca como debe ser la información y se reconozcan con claridad los productos que se han logrado publicar fuera del país. Cabe aclarar que el artículo mencionado en primer lugar obtuvo una mención de honor fuera del país.





    Estaré atento,



    José Gabriel Cristancho









    Date: Wed, 21 Jan 2015 09:11:16 -0500

    Subject: SPA Red Scienti inquietud ingreso artículo revista

    From: contacto@colciencias.gov.co

    To: jogacral@outlook.com








    Apreciado ciudadano,



    En atención a su solicitud, atentamente le informamos que en el aplicativo se tienen en cuenta dos tipos de artículos publicados, los que se publican en revistas especializadas y son considerados artículos de investigación; y otros artículos publicados. Para considerar un artículo de investigación éste debe ser publicado por una revista científica que se encuentre indexada en alguno de los índices bibliográficos de citaciones ISI o SCOPUS o en alguno de los índices referenciados en el documento “Servicios de Indexación y Resumen (SIR) reconocidos para los procesos de Indexación y Homologación de Colciencias”. Esta es la razón por la cual sólo se permite la búsqueda de las revistas que deben ser relacionadas en alguno de los listados mencionados.



    Le aclaramos que a través de CvLAC en Producción Bibliográfica / Articulo, solo se podrán vincular artículos publicados en revistas que cumplan con las características descritas en el nuevo modelo de medición de grupos, en el numeral 2.1.3.1.1. Artículo de investigación, cabe aclarar que no necesariamente las revistas indexadas en Publindex cumplen con los requisitos establecidos. Le sugerimos consultar el nuevo modelo de medición de grupos por medio del siguiente enlace:


    http://www.colciencias.gov.co/sites/default/files/upload/documents/documento_medicion_grupos_-_investigadores_version_final_15_10_2014.pdf



    Le sugerimos realizar las búsquedas de las revistas colocando el ISSN sin guion





    En el caso de los artículos publicados en revistas que no cumplan con las características descritas en el modelo conceptual, estos artículos se deberán vincular por medio de la siguiente ruta, en donde si se permite buscar y crear revistas:





    Producción Bibliográfica / Demás tipos de producción bibliográfica / Otro artículo publicado





    Recuerde hacer la búsqueda de la revista por ISSN sin guion.



    Sus comentarios y sugerencias son importantes para Colciencias. No dude en contactarnos a través de nuestros canales dispuestos para el efecto:

    Correo electrónico contacto@colciencias.gov.co

    PBX 625 84 80 Extensión 2081, y 018000 91 44 46 línea gratuita nacional.



    Cordial saludo,



    Colciencias



    Centro de Contacto





    PBX: (57-1) 625 8480 Ext: 2081



    Carrera 7B bis No. 132-28 / Bogotá, Colombia
    www.colciencias.gov.co



    Consulte el documento conceptual, los términos de referencia y las preguntas frecuentes asociados a la Convocatoria 693 de 2014 (Medición de Grupos y Reconocimiento de Investigadores-2014), en la sección "Grupos e Investigadores" en http://www.colciencias.gov.co





    El 20 de enero de 2015, 13:32, José Gabriel Cristancho Altuzarra <jogacral@outlook.com> escribió:


    Estimados señores:





    La revista Imagofagia de la Asociación Argentia de Estudios Audiovisuales ha publicado
    uno de mis artículos. No obstante no puedo registrarlo dado que la revista no aparece en la base de datos del cvlac, ni puedo crearla (ver pantallazo en archivo adjunto). Por otro lado, ¿si la revista es digital y no tiene numeración de páginas cómo se procede en ese caso?





    Estaré atento a lo que me puedan comentar.



    José Gabriel Cristancho

    Manifiestos de investigadores 2014-2015


    ¿Quién le cree a Colciencias?

    Por: Gilberto Loaiza Cano. Profesor titular, Departamento de Historia, Universidad del Valle

    Colciencias es hoy una entidad lo suficientemente ambivalente en sus propósitos y en sus procedimientos como para considerarla una entidad confiable y seria.

    En los últimos cinco años ha montado y desmontado su sistema de medición de los grupos de investigación; ha obligado a las comunidades de científicos en Colombia a diligenciar formatos, a participar de convocatorias de medición, a pruebas de simulación para verificar la precisión de sus nuevas pautas. Los científicos colombianos hemos estado sometidos a los vaivenes de lo que, en principio, puede ser una bienintencionada elaboración de una base de datos de investigadores. Pero han sido tantos los ajustes y las novedades y las convocatorias y las exigencias y los trámites, que hemos terminado por dudar de sus buenas motivaciones.

    Que hace falta un sistema de medición sólido, respetuoso de las diversas formas de producir conocimiento, eso no se pone en duda; que debe haber una institución reguladora que arbitre con claridad ese sistema, tampoco. Lo que es inaceptable es que cada año tengamos que someternos a una nueva andanada de trámites y de documentación para satisfacer lo que a Colciencias se le ocurra. Ahora se le ha ocurrido solicitar soportes o certificaciones de la producción científica consignada en los formatos que alguna vez preparó la misma Colciencias. Nos ha puesto a buscar y reunir pruebas de que alguna vez estuvimos en un congreso o en un coloquio o en un foro o que dictamos tal o cual conferencia o que sí hubo evaluación de pares para nuestros libros o artículos.

    Para el futuro de un nuevo sistema de evaluación, no está nada mal exigir todas esas minucias y no está nada mal que nos debamos acostumbrar a solicitar en cada evento certificaciones; pero ponernos, a estas horas de la vida, a demostrar que hace cinco o diez años sí estuvimos en un congreso en Madrid o en Barcelona, que el libro que publicamos hace cinco años sí fue evaluado por un comité editorial competente, no es ni práctico ni respetuoso. El nuevo sistema de evaluación debería ponerse en práctica para hechos futuros.

    Colciencias se ha enmarañado en la creación de un sistema de evaluación sin lograr responder a los necesarios matices de las diversas formas de hacer y difundir ciencia en Colombia y en el mundo. A eso se agrega que es una entidad pobre cuyos fondos para financiar la investigación son raquíticos; entonces uno se pregunta, para qué tanto alarde técnico si es una entidad incapacitada para estimular la creación científica. Con mucho gusto le dedicaríamos importante tiempo a una entidad que brinde garantías y satisfaga las necesidades de cada forma de investigación de las comunidades científicas colombianas. Pero mientras no sea así, cómo tomar en serio sus recurrentes convocatorias y cambios en las reglas de medición.

    Manifiestos de investigadores, convocatoria 2013

    A continuación algunos enlaces que nos remiten a discusiones que otros investigadores han planteado frente a las políticas científicas que se vienen dando en las recientes convocatorias de medición de Colciencias.


    - Felipe García Vallejo. La extinción en masa de la investigación científica en Colombia

    - Autores Varios. La medición de Grupos de investigación de Colciencias: El cognitariado en las brumas del capitalismo

     
    Frente a estos manifiestos o posturas, las grandes preguntas que emergen son: ¿cuál ha sido el eco de estas discusiones? ¿De qué forma el Estado en cabeza de Colciencias las ha asumido? ¿O hemos fallado los intelectuales en configurar los escenarios necesarios para alcanzar objetivos-político culturales más claros?

    Un poco de historia. Un artículo de prensa convocatoria 2013

    Publicado por El Tiempo, abril 13 de 2014
     
    Investigadores se rebelan
    por clasificación de Colciencias

    Cambios en criterios de calidad podrían afectar la investigación en universidades regionales.


    Gabriela Delgado, directora de fomento a la investigación de Colciencias, ha invertido buena parte de su trabajo de las últimas semanas en leer y responder pacientemente miles de cartas y correos de reclamo que literalmente han llovido en su despacho.

    La mayoría de ellos están firmados por reconocidos docentes e investigadores de distintas universidades, que están inconformes con el nuevo instrumento de medición de grupos de investigación propuesto por esta entidad, que es la cabeza del sistema de ciencia, tecnología e innovación del país.

    ¿Pero qué tiene este proceso que ha levantado, como pocos, ampolla en la comunidad académica y científica? Vale decir, para empezar, que las universidades, como productoras de conocimiento, fundan buena parte de su proyección y prestigio académico en la cantidad y calidad de los grupos que conforman para investigar e innovar.

    Con el tiempo, y con el propósito de homologarlos con estándares internacionales, Colciencias ha venido haciendo ajustes a los criterios con los que se valora la producción científica de estos grupos, que suele ser usada como un indicador clave, por entidades nacionales e internacionales, para clasificar a las universidades por su calidad y generación de conocimiento (
    ver aquí convocatoria).

    Pero uno de los cambios anunciados impactará de tal modo estos parámetros, "que es posible que decenas de grupos reconocidos pierdan formalmente su categoría, y los menos fuertes incluso se queden sin el reconocimiento de Colciencias. En ese orden de ideas, el prestigio de las universidades de las que hacen parte los grupos, también se afectará", explica René Guevara, profesor del Departamento de Posgrados de la Universidad Pedagógica.

    De acuerdo con Delgado, con el ánimo de lograr que la investigación colombiana pueda ser comparable en términos de visibilidad e impacto con la de otros países, Colciencias decidió usar, por primera vez, dos índices bibliográficos: Scopus e ISI, referentes mundiales de medición de la calidad de los artículos científicos.

    En otras palabras, sus revistas, que estaban registradas en el listado nacional de Publíndex -que según Delgado verifica contenidos de estas publicaciones, pero no su calidad- ahora deberán entrar a Scopus e ISI, que exigen el cumplimiento de requisitos estrictos, que hoy no todas llenan. Uno es que los artículos que aparezcan en ellas hayan sido evaluados en forma anónima y por varios pares académicos alejados del grupo autor de la investigación.

    En estos momentos, Colombia tiene apenas 52 revistas (que reúnen a 8.000 investigadores) entre las 20.000 de Scopus y 19 en ISI. "Estos índices –dice Delgado- le permiten saber a un investigador si alguien lo lee y lo cita, lo cual es un medidor del impacto de su trabajo. Con Publindex (que tiene 544 revistas listadas), la base de datos a través de la cual Colciencias venía reconociendo y clasificando estas publicaciones nacionales, solo se colecta información y no necesariamente se mira la calidad".

    Otros expertos coinciden en que este esfuerzo de la entidad, por el contrario, va a jalonar la calidad de la investigación que se hace en el país.

    El efecto de una mala nota

    Felipe García Vallejo, exdirector de Colciencias, es un duro crítico del nuevo modelo de medición y asegura que "estos índices que se impusieron son consorcios comerciales, que mercantilizan la investigación; son contratados por instituciones públicas y privadas de todo el mundo, a costos elevados, a cambio de poder acceder a las publicaciones que aparecen allí. Además, los investigadores deben pagar por publicar en revistas que están en estos índices".

    "El efecto más perverso de esta medición es que, si bien favorece a los grupos de mayor producción, se va a invisibilizar la investigación de las universidades regionales y de aquellos grupos incipientes", afirma el ex director de Colciencias Felipe García Vallejo.

    En ese sentido, explica, las más beneficiadas son las que tienen más grupos de investigación reconocidos por Colciencias como la Universidad Nacional (que, por ejemplo, tiene 96 en la categoría más alta), la de Antioquia, los Andes, la del Valle, la UIS y la Javeriana.

    El académico asegura que también se lesionaría a las editoriales universitarias pues "quién va a querer publicar una revista que no aparece en esos dos índices, pues no se va a visibilizar".

    Según García, de más de 50 editoriales universitarias existentes, Colciencias solo reconoció a 28 en el 2012 por un periodo de tres años, que vence en el 2015.

    Sergio Roncallo, filósofo y profesor universitario, dice que el nuevo criterio creará más de un problema para cientos de grupos de investigación. "Uno de los efectos –dice este maestro, que además es editor de una revista- es que las revistas de universidades regionales que no están indexadas en ninguno de los dos índices van a quedar invisibles y, por lo tanto, también el trabajo de los investigadores que publican en ellas. Éste entrará entonces en la categoría de 'difusión social de conocimiento', que es inferior".

    Roncallo afirma que los profesores universitarios que no publiquen en estas revistas indexadas, "no podrían dar el paso de profesor asistente a asociado, pues las privadas otorgan más puntos para ascensos, si logran publicar en ellas". (Véase recuadro 'Investigadores también serán categorizados')

    Para el doctor e investigador José Luis Villaveces, asesor de investigaciones de la Universidad de los Andes -quien destaca que las revistas que figuran en estos índices cumplen con criterios definidos por las comunidades científicas del mundo y que lo que se publica en ellas es resultado de una investigación seria- "una consecuencia inmediata para los grupos que salgan mal calificados, es que sus proyectos podrían ser excluidos de la financiación de Colciencias; de hecho, las buenas calificaciones podrían acabar siendo un requisito exigido por el Ministerio de Educación, para aprobarles a las universidades programas de maestría y doctorado".

    Luis Fernando Marín, profesor de la facultad de comunicación del Externado de Colombia, afirma que los grupos de investigación más afectados con este cambio, serán los de ciencias sociales.

    Según Marín, índices como Scopus e ISI privilegian las ciencias básicas, y un ensayo en el campo de las sociales no cumpliría con los criterios exigidos por ellos. "Así las cosas, el ensayo de Kant sobre la respuesta a la pregunta ¿Qué es la ilustración? o el Manifiesto del Partido Comunista, de Karl Marx, que han marcado la pauta en distintos campos del saber, no hubieran clasificado en las revistas de estos índices bibliográficos, a partir de los criterios de Colciencias".

    Pese a las críticas, que considera injustas, Delgado defiende un proceso que, aclara, ha tomado más de dos años y durante el cual "sí se consultó y convocó a la comunidad científica", dice.

    No obstante admite que, pese a los constantes llamados, de los 219.482 colombianos que registraron en las bases de Colciencias su hoja de vida como investigadores, "apenas 1.092 opinaron o participaron en la construcción de este modelo. La gente solo participa cuando el resultado no le es favorable, pero no cuando se está construyendo", afirma.

    Delgado dice que aunque el proceso seguirá adelante, ya se han hecho modificaciones, a partir de las observaciones de la comunidad científica y pidió tener en cuenta que hay muchos otros productos, derivados de actividades de investigación de los grupos, que serán considerados en este modelo de medición (son en total 37). "No sólo se tendrán en cuenta las publicaciones".

    Tiene claro, sin embargo, que la polémica continuará. "Colciencias no tiene credibilidad dentro de sus investigadores y académicos, y eso es fatal; si nos reconocieran, procesos como éste serían distintos. La reacción es normal. En Colombia decíamos que éramos unos 'duros' publicando en revistas que nadie lee".

    Investigadores también serán clasificados

    En este proceso, Colciencias buscó también actualizar y depurar la información sobre grupos, verificar el cumplimiento de requisitos para ser definidos como tal, clasificarlos e identificar a los investigadores del país, así como categorizarlos como Senior, Asociado y Junior con base en sus hojas de vida. Para ello, abrió una convocatoria en octubre del año pasado, que se cerró a mediados de enero de este año.

    Toda esta información, donde se incluía la producción de grupos e investigadores, debía registrarse en la plataforma ScienTi.

    En cuanto a los investigadores, la idea es que aquellos de mayor trayectoria sean ubicados en la categoría senior; sin embargo, algunos muy bien calificados y acreditados en el país aparecen como junior, lo cual ha causado molestia en algunos de ellos.

    Al respecto, la directora Gabriela Delgado, tras admitir que esta nueva plataforma informática no es óptima, dice que “podemos tener el caso de investigadores consagrados que en los últimos 10 años, que es la ventana de información que tenemos en cuenta, no registren artículos ni direcciones de tesis aunque estén activos académicamente y esto afecta su categoría; o que algunos no hayan registrado de forma completa ni actualizado debidamente sus datos, lo que ocurrió en más del 50 por ciento de los casos. Vale decir que esta base de datos son estadísticas, cifras”,dice.

    La funcionaria afirmó, además, que un pequeño porcentaje se encontraron, incluso, investigadores y artículos fantasma “lo cual es muy preocupante”.

    Las editoriales también fueron evaluadas

    Antes de esta convocatoria sobre medición de grupos, Colciencias realizó un proceso de reconocimiento de editoriales. La entidad buscaba verificar que los libros declarados y sus respectivos autores realmente existieran. Si se reconoce la editorial se reconoce el libro que con ella se publica como producto de investigación.

    “Encontramos información falsa en casos específicos como revistas y libros fantasma; también que algunos ponen como resultados de investigación libros de caricaturas y poemas. Tuvimos que verificar uno a uno cada libro. Algunas editoriales cumplieron todos los requisitos y otras no", concluye.

    ANDREA LINARES GÓMEZ
    Redacción Vida de Hoy